Las religiones matan




No me preguntes desde cuando exactamente porque no sabría responderte con certeza, pero hace ya mucho que tomé la decisión de no ver más los informativos de la televisión mientras almuerzo o ceno. Porque a parte de tener que soportar una y otra vez la ineptitud y corrupción de los políticos de nuestro país, ya estoy cansado de ver a gente huyendo, en el mejor de los casos, o masacrados, en el peor, a causa de las creencias religiosas. 

Y es que me asombra que todavía no hayamos aprendido después de tantos siglos llenos de odio y derramamiento de sangre en nombre del de arriba: las cruzadas, la inquisición, las guerras iconoclastas, la guerra de los treinta años, la lapidación, la mutilación genital femenina y masculina, la homofobia, la persecución a científicos y pensadores, etc. 

¿Acaso alguien duda que la única causa que ha provocado el mayor número de muertes y persecuciones ha sido la religión? Y perdona si te sientes aludido por lo que voy a decir, pero creo que si hoy en día alguien no sabe esto es un total ignorante. Pero tranquilo, que voy a compensarte, también creo que no hay nada malo en ser creyente. En realidad pienso que en su origen (y sólo su origen) toda religión es buena; todas más o menos procesan lo mismo y lanzan los mismos mensajes de paz y amor, como que nos amemos los unos a los otros y demás. Sin embargo, todo este mensaje se pierde cuando dicha religión se convierte en institución y es el hombre el que empieza a hablar en el nombre de Dios. 

Sinceramente, considero que el valor moral tanto del Cristianismo como el resto de religiones es esencial y esclarecedor, pero lo que la Iglesia haya hecho a partir de este mensaje es más que deplorable y criticable. 


¿PERO POR QUÉ ES TAN ATRACTIVA LA RELIGIÓN?




La religión surgió hace miles de años para dar respuesta a una serie de cuestiones que hoy en día siguen presente en la mente de todos. La religión, o el pensamiento religioso fue, ante todo, una forma necesaria e inevitable de subrayar la relación de dependencia de los seres humanos con las fuerzas y poderes externos que son infinitamente más fuertes. Pero lo más importante es que construyó puentes para comunicarnos con estas fuerzas externas y decisivas que nos permitió influir en ellas hasta cierto punto, atrayendo hacía nosotros su benevolencia y asegurando nuestro futuro.

Así, pronto la religión se convirtió en una herramienta poderosa para quien supiera manejarla a su antojo (sacerdotes, reyes...) porque quien pudiera influir este poder absoluto podía convertirse en un dios. Por eso, pronto una de las funciones principales de la religión fue la de darnos una serie de normas de conducta; es decir, una moral que sirvió para que el alma de cada hombre y cada mujer, única e inmortal, sea juzgada según la conducta que haya tenido. 

...Y EL HOMBRE TOMÓ LA PALABRA DE DIOS




Siempre me he planteado la siguiente cuestión: Si Dios está en nuestros corazones, ¿por qué nos dice cosas tan diferentes y contradictorias? 

Tal vez, esta sorprendente discrepancia puede ser explicada si examinamos el hecho de que la relación que tenemos con Dios parece estar muy influenciada con la cultura predominante de la región en donde hemos crecido. Por eso, la religión se ha convertido en una herramienta que potencia las diferencias culturales de unos pueblos respecto a otros: en definitiva, ayuda a crear fronteras, y las fronteras, matan. 

Por eso, si el mensaje que Dios quiere transmitirnos es de vital importancia, ¿por qué no nos la ha dado de una forma más clara y precisa, de tal forma que fuera imposible estar en desacuerdo? El mensaje de Dios debería ser como las matemáticas o la música; da igual donde te encuentres, su mensaje siempre es el mismo. 

¿Entonces por qué permite Dios todopoderoso que se siga profanando su mensaje? No lo entiendo, es algo que podría corregir fácilmente y sin esfuerzo alguno, o incluso esto nunca hubiera pasado si hubiera hecho las cosas bien desde el principio. Claro, ahora dirás que para resolver tal cuestión hay una respuesta muy sencilla: "Dios no existe" ¿Pero acaso puedes demostrarlo?

Yo prefiero más bien una doble solución; o Dios no existe, o si existe, estamos interpretando mal su mensaje. Sobre lo primero no me preocupo, la verdad, porque jamás podré demostrar si estoy en lo cierto, o no, pero sobre lo segundo sí que lo estoy. Creo que deberíamos aprender a separar lo cultural-religioso de Dios. No hay duda de que creer en Dios puede ser una eficaz ayuda psicológica; la oración suele tener efectos beneficiosos y calmantes, y confiar en la ayuda divina puede darnos esas fuerzas que nos faltan en un momento decisivo de nuestras vidas. 

¿Y CUÁL ES LA RELIGIÓN VERDADERA?




Y por último, una pregunta que las religiones siempre han tratado de responder con el mismo argumento: ¿Cómo saber que nuestra religión es realmente la verdadera, y no las otras? 

Si se lo preguntas a alguien religioso hasta la médula te dirá que es la verdadera porque es la religión revelada y cosas por el estilo. Sin embargo, suponiendo que algunas de estas religiones que defienden su Dios dogmático estuviera en lo cierto, seguimos estando en contradicción, porque todas las religiones no pueden estar en lo cierto a la vez. 

Para comprender esto mejor, nada mejor que centrarnos en la falacia que supone la denominada "apuesta de Pascal", y que dice así: 
  • Puedes creer en Dios; si existe, entonces irás al cielo.
  • Puedes creer en Dios; si no existe, entonces no ganarás nada.
  • Puedes no creer en Dios; si no existe, entonces tampoco ganarás nada.
  • Puedes no creer en Dios; si existe, entonces no irás al cielo
Ese razonamiento es falaz en primer lugar porque no es una apuesta de todo o nada. Adorar a un dios concreto supone pecar contra la mayoría de las otras interpretaciones de Dios, así que todos, seamos creyentes o ateos, somos no-creyentes de miles de dioses.

CONCLUSIÓN




Como habrás podido ver, y perfectamente sabrás, debatir sobre religiones y demás temas implícitos a ellas sería algo interminable, tanto, que incluso admito que me he ido un poco por las ramas del tema central de este post. 

Así que a lo que iba. Si hay algo que tengo claro sobre el papel que han jugado las religiones a lo largo de la historia de la humanidad es que han sido el principal instrumento que el hombre ha usado para manipular a las masas, controlar el poder, y destruir a otros pueblos. 

Por eso aprendamos a separar la religión de Dios. ¿De verdad necesitas un sacerdote para sentir a Dios? ¿De verdad necesitas una imagen para hablar con Dios? ¿De verdad crees que a Dios le ofende que se le rece de una forma diferente a la que sabes? Y si Dios existe, ¿de verdad crees que lo que más le importa es cuánto le veneras o cuánto luchas por defender y divulgar tus creencias hacía él? ¿No crees que ese tira y afloja al que juega Dios de "tienes que tener fe, pero que sepas que existo de verdad, y si no crees serás condenado es una manera de chantaje?  ¿No crees que sería más lógico vivir tu vida lo mejor que puedas y sepas con los demás? Porque si lo haces así y Dios existe, serás recompensado, y si no existe puedes estar seguro de que habrás vivido de forma tan noble que permanecerá en la memoria de aquellos a los que has amado. ¿Acaso no hay nada más bello que esto?


Comentarios

  1. Me parece muy atinada tu elucubración en torno a Dios y los seres humanos. Yo sencillamente me deleito en leer el Cap. 25 de San Mateo sobre el juicio final. Ahí los justos o personas buenas, nobles de los que no se señala ninguna religión solamente Dios les dice: "Lo que hiciste con uno de estos hermanos más pequeños que creen en mí, conmigo lo hiciste" Son las famosas "obras de misericordia". Lo que dejamos de hacer en contra de los hermanos más pequeños, lo hemos dejado de hacer con Dios. Los "más pequeños", son os que creen en un Dios que es providente,amoroso, misericordioso, etc.

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