ESTOICISMO vs EPICUREISMO. ¿SON ANTAGÓNICOS O PUEDEN COMPLEMENTARSE?

 


Todavía dándole vueltas a todas esas reflexiones que me surgen relacionadas con la filosofía estoica y su particular forma de ver la vida, me vino a la mente si es posible que esta doctrina esté enfrentada con el Epicureismo, o más bien es lo contrario, y ambas pueden complementarse.

Ambas doctrinas se asemejan en su fin común; la búsqueda de la felicidad y la serenidad, apartando los excesos. Sin embargo, tenían divergencias sobre cómo conseguir este objetivo. Una de ellas es el papel que ambas disciplinas le otorgan a la filosofía. Mientras que para los estoicos la filosofía era considerada como un sistema teórico y práctico cuyo fin era lograr una vida apacible y racional, para los epicúreos era más bien una especie de fármaco que curaba los males que perturbaban el ánimo y el cuerpo. 

Igualmente, aunque la meta de ambas disciplinas sea la misma; la felicidad, tenían distintos puntos de vista sobre cómo era el camino a seguir para alcanzarla. Para los estoicos debíamos deshacernos de los bienes y sentimientos superfluos que nos alejaban de una vida conforme a la naturaleza, mientras que los epicúreos defendían que la felicidad se alcanzaba alejándonos de los sufrimientos y acercándonos a los placeres, siempre que estos fuesen moderados e intelectuales. 

Como vemos, la principal diferencia radica en el concepto que tanto unos como otros adoptan sobre la racionalidad y, sobre todo, los placeres. Los estoicos desdeñaban estos placeres y anteponían la racionalidad (someterse a la razón para someterlo todo) Y, por su parte, los epicúreos no rechazaban el placer, pero sí distinguían cuáles de ellos eran necesarios y naturales, y cuáles no, residiendo su clave en priorizar los naturales y necesarios (comer, beber, vestirse, asearse) sobre los no naturales y no necesarios (fama, riqueza, poder)

Pero a pesar de las diferencias entre ambas corrientes filosóficas, el fin a conseguir es el mismo. ¿Por qué no hacerlo uniendo ambas disciplinas? Además, debemos considerar que las dos tienen ya miles de años de historia, por lo que las demandas de la gente contemporánea, al igual que sus preocupaciones, no son las mismas que los de la era clásica. 

¿Pero cómo complementar ambas filosofías? Bueno, esto que voy a decir a continuación simplemente es mi visión personal, o cómo yo procuro ejercer dicha unión para aprovechar las bondades que ambas perspectivas nos ofrecen. 

 



Por un lado, creo que es un gran error apartar de la vida los placeres, por muy pequeños que sean. Creo que no me equivoco que el saber disfrutar de esos pequeños momentos de placer nos aportan esas gotitas de "microfelicidad" que necesitamos sentir en nuestro día a día. Y estas dosis de micro felicidad no tienen por qué ser las mismas para todos: el café de la mañana, acariciar a tu perro cuando llegas a casa, abrazar a tu familia, quitarte los tacones, o simplemente tumbarte en el sofá disfrutando de tu serie o libro favorito. Pequeños momentos que debemos aprender a valorar para posteriormente disfrutarlos. 

Pero en la vida no todo es de color rosa, y aquí el estoicismo es de gran ayuda frente al epicureísmo, ya que por mucho que queramos, hay momentos en los que nos toca sufrir. De ahí la importancia de desarrollar nuestra fortaleza emocional para enfrentarnos a los desafíos de la vida, aceptando las cosas que no podemos cambiar y no bloqueándonos emocionalmente.



 

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