El verdadero amor

Estoy un poco harto de que al Amor, al verdadero Amor (ese que se escribe con mayúsculas, tal y como acabo de hacer), se asocie con chorradas dignas de cualquier poema de Pablo Neruda. Casi todo el mundo asocia el Amor con esas mariposillas en el estómago, esas citas agarrados de la mano con esas despedidas que se hacían eternas a base de buenos besos de tornillos en el portal de ella con su vecina cotilla sacando la basura a las tres de la mañana, los continuos regalos de rosas y detallitos, para culminar con la etapa de meter mano y el sexo a cascoporro, en donde todo es pasión, pasión y más pasión. Pues que quieres que te diga, para mí eso no es Amor. El AMOR, el verdadero AMOR (ese que ahora se escribe con todas sus letras en mayúscula) es muy diferente. Consiste en levantarte todos los días a las 7 de la mañana y desayunar con tu pareja que ha irse a trabajar, en vez de quedarte en la cama durmiendo porque tu no tienes trabajo. El verdadero AMOR hace ya t...