El Mendrugo Filosófico

  Siempre he pensado que a lo largo de nuestra vida todos pasamos por una etapa de gilipollez. Normalmente este periodo suele coincidir con la adolescencia. Sin embargo, la gilipollez tiene el gran problema de ser como la muerte: solamente la sufren quienes te rodean.  Y siguiendo con las comparaciones médicas, lo más importante es que la gilipollez también debe ser como el sarampión: hay que pasarla en la adolescencia (o si es antes, mejor) porque de lo contrario corres el riesgo de seguir siendo un gilipollas cuando ya estás en la edad adulta.  ¿Por qué ocurre esto? Pues es fácil de saber: bien porque se ha querido ser demasiado adulto cuando se es pequeño, o bien porque se quiere seguir siendo niño cuando ya eres todo un adulto.

Muchas veces nos hacen tanto daño que queremos hablar y decir lo que se merecen, pero no vale la pena, porque todos tienen una versión de los hechos. Así que deja que el tiempo ponga a todos en su lugar: callar es de sabios. En la vida hay tres cosas que se van y no regresan: el tiempo, las palabras, y las oportunidades. ¿Y si te desnudo en versos, te acaricio en letras, mientras nos besamos en párrafos y copulamos en poesía ocasionando un amor textual e instaurando una lujuria bucólica? Tomar por tonta a la gente por el hecho de ser buena persona contribuye a que el mundo se llene de hijos de puta Si Dios está con nosotros... ¿Quién está con ellos? Dicen que quien te quiere siempre regresa. Es mentira; quien te quiere nunca se va. Antes de hablar, escucha. Antes de gastar, gana. Antes de criticar, espera. Y antes de abandonar, intenta. La religión hace tres cosas de manera bastante efectiva: divide a la gente, controla a la gente, y engaña a la gente

Hace exactamente un año, un día como hoy, fue uno de los peores días de mi existencia. Muchas veces he defendido que siempre hay que estar con la guardia alta ante las hostias que la vida te tiene preparada, pero por muy alerta que estés, siempre hay tortazos que no ves venir, y te garantizo que esas son las que más duelen con mucha diferencia.

No acumules silencios, grita de vez en cuando. Si la sabiduría es un don de acción, el conocimiento es un don de pensamiento. 

No, no estás mal de la vista y no he cometido ninguna errata a la hora de escribir el título. ¡Quiero ser infeliz! Quiero ser infeliz porque estoy harto de que cada día tenga que ser bombardeado con mensajes constantes provenientes de campañas publicitarias, de las redes sociales, o de un maldito grupo de Whatssap que no paran de decirme qué es lo que tengo que hacer para ser una persona feliz.

Si se cae algo de comer, ha estado menos de cinco segundos en el suelo y soplas, se van todos los gérmenes.  ¿La felicidad? Reírte de los que te quieran cambiar y aprender de los que quieran mejorar. Escribir bien es contar cosas complicadas con palabras sencillas. 

1. El valor del tiempo 2. El triunfo de la perseverancia

El “pero” es la palabra más puta que conozco.             - Te quiero, pero...           - Podría ser, pero...           - No es grave, pero.. ¿Te das cuenta?. Una simple palabra de mierda que sirve para dinamitar lo que era o lo que podría haber sido, pero no es. E. Sacheri. - El secreto de sus ojos -.

Hasta los 20 años son como África; medio vírgenes y medio exploradas. De los 20 a los 30 años son como América; pura tecnología. De los 30 a los 40 años son como Asia; misteriosa y desconocida. De los 40 a los 50 años son como Europa; antigua, pero agradable. Con más de 50 años son como Oceanía; todo el mundo sabe donde está, pero a nadie le importa. Pero sean como sean, los hombres siempre estaremos perdidos sin ellas. 

Como cada día, a las seis de la mañana el despertador comenzó a sonar. Mas dormido que despierto, Juan se apresuró a apagarlo antes de que su esposa se desvelara. Juan solía soñar, y mucho, por lo que normalmente usaba el término apocalíptico de "destructor de sueños" para referirse a su despertador, al que siempre echaba en cara no saber cuales sueños debía arruinar y cuales no.            - Hubiera sido mejor que esta noche te hubieras quedado calladito, - le susurró al aparato con una leve sonrisa. Para Juan sus sueños tenían mucha importancia; pensaba que le ocurrían por algún motivo,  su estado de ánimo a lo largo del día estaba muy influenciado por el tipo de sueño que había tenido por la noche, y tras analizar su sueño mientras se lavaba la cara con agua fría, estaba convencido que aquel sería un día maravilloso.

No dejes que un aparato electrónico sea más inteligente que tú.

Por fin tienes aquí un método sencillo de tan solo cuatro pasos sobre lo que puedes hacer con todas esas múltiples opiniones que escucharás a lo largo de tu vida, provenientes de gentes estúpidas, tontas, y que no han hecho nada interesante para ganarse tu respeto y admiración. Vamos, de gente como yo.

Se fuerte. No importa por lo que estés pasando... Se fuerte. Nada es permanente, todo es temporal. Se fuerte. Cada cosa pasará y en algún momento tu vida mejorará. Se fuerte. No te deprimas, pues tú haces de tus ideas lo que tú quieres que sean. Aprovéchalos, vívelos, sonríe y vence a tus temores. Se fuerte. Llora si tienes que hacerlo; saca lo que llevas dentro. Pero jamás decaigas, pues en esta vida no tendrás carga tan mayor que no puedas soportar. Se fuerte.