Feliz Halloween, o lo que sea...

Siempre me pasa lo mismo; llegan estas fechas y me siento algo confundido. Las calles empiezan a engalanarse de cartelitos con vampiros, zombies y demás especies terroríficas anunciando multitud de fiestas donde no faltarán sangre, vísceras, y demás elementos que durante los restantes 364 días del año a la mayoría de la gente les repugna. Las tiendas se llenan de disfraces tétricos, guadañas, tridentes, cuchillos, ojos, telas de araña, etc, dotándolas de un aspecto infernal. Y de repente también, la programación infantil está monopolizada por los dibujos de Scooby-Doo. No puedo decir con exactitud cuando comenzaron a ocurrir estos extraños fenómenos, pero seguro que no fue hace mucho. La gente dice que es para celebrar Halloween, una fiesta muy popular y tradicional en tierras yankees, aunque yo juraría que aquí, en España, lo que celebrábamos era la festividad de todos los Santos. Recuerdo que la tradición era ir al cementerio a llevar flores a los famili...