No me gusta la feria. Ea, ya lo he dicho. Ahora puedes pensar tranquilamente que soy un bicho raro. O como me gusta decir a mí, soy un bicho raro de cintura para abajo. Vamos, lo que viene a ser un bicho raro de cojones. Sinceramente, no se que le ve la gente a esta fiesta. Cuando era pequeño la única motivación que encontraba era montarme en los “cacharritos”, y con el paso de los años el coger la cogorza padre con los colegas. Pero ahora... Seré que me estoy haciendo mayor y solo veo los inconvenientes. No me gusta el tener que aparcar en sitios inhóspitos, alejados, y que normalmente son de pago o hay un gorrilla que me exige la voluntad. No me gusta el tener que quedar con los amiguetes para que finalmente éstos no aparezcan y tengas que disimular esa cara que dice “si, si, a mis amigos les importo un pimiento y me han dejado tirado”. No me gusta el tener que llamarlos al móvil para saber donde carajo están y que, por su puesto, no te contesten. No me gus
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