¿NOS ESTAMOS VOLVIENDO PNJ (PERSONAJES NO JUGADORES)?

 

 

Imaginemos por un momento esta situación: subes a un ascensor y te encuentras con ese vecino/a que no ves desde hace muchísimo tiempo. Para llevar mejor ese silencio incómodo que convierte el trayecto de subir tres o cuatro plantas en un viaje interminable, haces la típica pregunta de qué tal está, o cómo va todo... De repente, empieza a soltarte sus problemas, preocupaciones, o inquietudes; vamos, que tenía necesidad de liberarse. 

Resulta paradójico que hoy en día la gente tenga más difícil en hacer algo que desde tiempos inmemorables ha sido una necesidad: comunicarnos y contar nuestros problemas.  Existen una gran cantidad de webs o aplicaciones, para ligar, y redes sociales que te hacen sentir que tienes miles de amigos, pero a la hora de la verdad estamos solos con nuestros marrones y apenas tenemos con quien conversar, intercambiar opiniones, o desahogarnos.

La verdad es que no estaría mal que alguien inventase una aplicación o red social donde la única motivación sea liberarse, hablar, o qué demonios, quedar con alguien para tomar un café dejando aparcado lo romántico y lo sexual. Pero tú y yo sabemos que eso acabaría de una forma o de otra convirtiéndose en un picadero. Gente haciendo como que les interesan los problemas de otras mozas y así intentar arrimar cebolleta al límite, y mozas contando sus movidas para granjear pagafantas que sacien su necesidad de atención. 

Seguramente, si ya estás entradito en canas como un servidor, recordarás un programa de radio muy famoso llamado "hablar por hablar", donde básicamente la gente simplemente llamaba para contar lo que le apeteciera; normalmente movidas y problemones gordos. Es decir, la gente necesitaba liberarse.  

Es normal que la gente no asuma la futilidad de su propia existencia; muchos creemos a veces que las cosas que nos pasan le importan a los demás. Y sí, lo que te pasa puede importarle a alguien, pero para eso tienes que haber creado previamente unos lazos afectivos o familiares con esas personas, o al menos que exista un aura de interés sobre ti, como ser famoso o influencer. 

No veo nada malo en buscar empatía en desconocidos, porque puede funcionar como analgesia psicológica, como una charla de alcohólicos anónimos, pero también puede ser una forma de “prostitución sentimental” o mendicidad de atención. Sabes que en realidad tu vida se la suda a esa gente, y que solo están escuchándote porque quieren que tú les escuches a ellos. Vamos, usando un término muy moderno en el mundo web: buscar retroalimentación.

Sin embargo, creo que es más sano labrar relaciones humanas que generen empatía, y no una relación forzada o interesada. Ser natural, auténtico, honesto, y no un producto prefabricado, cuyas relaciones sociales pasan siempre por el filtro de lo socialmente aceptado. 

 


 

Y esto nos lleva al término PNJ (personaje no jugador) Si eres una persona transparente que no tiene miedo a incomodar o caer mal por decir según qué cosas, crearás menos lazos que si tu prioridad es agradar a mucha gente, pero al menos esos lazos serán auténticos. 

Cuando eres un PNJ, y te rodeas de gente PNJ, sabes que lo que les estás contando les importa tanto como a ti lo que te cuentan ellos: un mojón, aunque se esforzarán tanto como tú por interpretar bien el papel de persona preocupada por tus chorradas. Y como no eres tonto del todo, te darás cuenta de que esa paja recíproca social te calma un poco, pero no es una relación real. 

Pero cuando un PNJ interactúa cordialmente con un jugador auténtico, se le puede ver en la cara cómo se relaja y puede dejar de interpretar su papel de animal social, permitiendo unas licencias contigo que no se permiten con los demás. Tú, en tu inmensa incorrección para con su juego de vida, creas un escenario en el que por un momento ellos pueden ser más “reales”, y puedes ver un poco qué hay detrás de la máscara.

Hay un dicho que dice algo así como "con amigos de verdad las alegrías se multiplican y las penas se dividen" y es totalmente cierto. Rodeado de amigos un momento de alegría es mucho más intenso y se disfruta mucho más, y un momento de tristeza te sirve para saber que no estás solo, que hay gente que te quiere y se preocupa por ti y tu por ellos, y quieras que no, el peso de la mochila de mierda pesa menos al compartirla con alguien que lo hace por que sí.

Y sí, sé perfectamente que te lo he dejado en bandeja. Sí, lo sé, lo he dejado en bandeja: "Pero Mendrugo, si estás contando esta chorrada desconocidos”. Ya, querido amigo, pero es que este humilde blog va de eso, de entrar a ver lo que pongo. Siempre pudiste haber ignorado este escrito, y aquí estas, terminando le leerlo.

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