Desaprendiendo a deseducar.

Revisando mi último post, tengo que confesar que me dejé algunas cosillas en el tintero sobre todo el tema este de la educación. Tal vez el principal motivo fue el de no querer extenderme demasiado, porque seamos sinceros; seguramente este blog no te llame la atención demasiado, así que para poder hacerlo más atractivo y que no te de pereza malgastar algunos minutos de tu vida en leer todas estas chorradas que escribo, no debo escribir artículos muy extensos. Así que voy al grano, que ya me estoy enrollando. Como dije anteriormente, la educación empieza en el hogar, y se complementa en la escuela. El principal problema es que el tipo de educación que te toque recibir en tu casa no es más que un simple boleto de lotería. Tu boleto ya lo adquieres desde el mismo momento en que eres concebido, y te garantizo que siempre toca. Sus números determinan aspectos tan determinantes como si el país donde naces es desarrollado o subdesarrollado, clase económica, social y cultural a la que pe...